martes, 10 de julio de 2012

"como cicatrices en el alma de nómadas"


Me tocas y, al tocarme, te toco. Te toco con tus dedos, me tocas con mi piel.


Te toco con las yemas de tus dedos. Ardiendo, como mis fronteras. Disolviéndose, inciertas, mezclándose mis pueblos con los tuyos. Mestizaje de nuestra sangre.

Te invado, con la dureza de a dulzura, con la mirada tierna que te invita.

Y me agarras para echarme y que no te toque más. Y, al tocarme, te toco. Y gritas desesperado, clamas al cielo y me guardas en un rincón. Para no tocarme.

Y yo pinto con tu sangre derramada, que es la mía, un mapa de las fronteras. Y tú lo sigues con tus dedos. Pero está escrito en  mi piel.

Y, al tocarme, te toco.

Te toco con la piel de mi vientre. Y tú gritas, desesperado, porque ya no quepo en tus rincones.



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